LA IMPORTANCIA DEL TUESTE FRESCO: POR QUÉ EL CAFÉ TAMBIÉN TIENE FECHA DE CADUCIDAD

Abrir una bolsa de café recién tostado es como descorchar una buena botella de vino: un instante único que no se repite. Ese aroma intenso, dulce y vivo… empieza a desvanecerse en cuanto el grano ve la luz.

En Levante Brew & Co. defendemos la frescura como otros defienden un buen marisco recién pescado. Porque el café no es eterno: tiene su mejor momento y nosotros nos aseguramos de que lo disfrutes en su punto.

Un producto vivo que respira

El café verde, sin tostar, es estable y puede esperar. Pero cuando lo sometes al calor del tueste, todo cambia:

• Se liberan aceites y compuestos aromáticos.

• El grano se vuelve más poroso y comienza a intercambiar gases con el aire.

• Empieza un reloj invisible que, día a día, roba matices.

Ese proceso es inevitable, pero podemos jugar a su favor si cuidamos el tiempo.

El pico de frescura: ni antes ni después

Un café recién tostado necesita reposar unos días (normalmente entre 3 y 7) para desgasificar y alcanzar su equilibrio.
A partir de ahí, entra en su “pico de frescura”:

• Para la mayoría de cafés: unas 3 a 4 semanas.

• Para fermentados y procesos complejos: 2 a 3 semanas, donde sus aromas frutales y florales están en plenitud.

Pasado ese tiempo, no se vuelve “malo”, pero pierde brillo, dulzor y complejidad.

¿Qué pasa cuando el café envejece?

• Los aromas se apagan.

• El dulzor se reduce y la acidez se aplana.

• Aparecen notas secas o amargas.

• En espresso, la crema se vuelve más fina y fugaz.

Lo que era un perfil jugoso y vivo, se convierte en algo plano y sin alma.

Cómo alargar la vida de tu café (sin milagros)

• Compra lo que vayas a consumir en menos de un mes.

• Elige siempre café con fecha de tueste clara.

• Guarda en envase hermético, sin luz, sin humedad y lejos de calor.

• Evita frigorífico y congelador, salvo que uses sellado al vacío.

Por qué en Levante Brew & Co. tostamos cada semana

No creemos en cafés que esperan meses en un estante.
En Alicante tostamos en lotes pequeños, cada semana, ajustando la curva para que cada origen muestre lo mejor de sí.
Queremos que, cuando abras tu bolsa, sientas el mismo aroma que nosotros sentimos frente al tambor del tostador… y que, en taza, ese café cuente su historia con todos los matices intactos.

 

Conclusión:
La frescura no es un capricho de barista, es la diferencia entre un café bueno y uno memorable. Y en Levante Brew & Co., esa diferencia se respeta, se mima y se entrega directa a tu puerta.